Nueva excusa ante una derrota. Los jugadores de los Knicks se quejaron de no poder dormir la noche anterior a un partido ante los Oklahoma porque estaban convencidos de que había fantasmas en su hotel.
El equipo neoyorquino pasó dos noches hospedado en el hotel más antiguo de Oklahoma, el Skirvin Hilton, en el que cuenta la leyenda que una mujer se suicidó desde la décima planta con su bebé en brazos.
En dicha planta, y él solo, pasó la noche el jugador de los Knicks Eddy Curry, que apenas pudo dormir pensando en los fantasmas. De hecho, el jugador se tuvo que refugiar en la habitación de Nate Robinson. Tal era el miedo en el equipo NBA que otro jugador, Jared Jeffries, afirmaba sin duda: "El lugar está embrujado, da miedo".
Ante el 'acongoje' del equipo y la falta de sueño, los Knicks cayeron con estrépito ante los Thunders. Pero, ¿realmente perdieron por eso? ¿El hotel lo eligieron los Knicks o lo propuso su rival? Con lo fácil que hubiera sido poner a Gallinari cantando 'a lo Beyoncé' para espantar al fantasma. Parece que Nueva York está 'gafado'.
(Extraído de Terra Deportes)
